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Dicen que en una historia de amor una de las partes ama más que la otra. Pero… era tan grande el amor que se profesaban que resultaba imposible discernir quién de los dos amaba más.
Se conocían desde niños y en un recreo él le regaló la mitad de un corazón que ella lucía desde entonces en su cuello; la otra mitad pendía del suyo. Cuando se hicieron mayores se enamoraron y ya no se separaron; envejecieron uno junto al otro y jamás se quitaron aquel amuleto.
Dicen que los encontraron durmiendo abrazados y que nunca despertaron, que estaban tan, tan, tan juntitos que sus dos medios corazones se soldaron de tan manera que nadie pudo separarlos.
Dicen también que el abalorio indivisible quedó maldito y que quien lo posee está condenado a amar para siempre.
Septiembre 2019
Gracias😘😘
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Un placer y honor 😘😘
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😉
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😘
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