Para nadie es novedad que existe una guerra mediática desigual entre el ejercito oficialista que usa todos los mecanismos del estado y la plata de Venezuela, lo que le permite bombardear a todos esos que no se alienan y alinean a las políticas populistas de un gobierno de índole folklórico, donde no perdonan vidas, dignidad de empresarios, de políticos, de cívicos e incluso de periodistas, se miente, se mancilla, se humilla, se ultraja a todos con violaciones al ordenamiento jurídico, sin que tomemos en cuenta lo ético y moral, los adjetivos de ladrones, asesinos, cómplices o especuladores son moneda de uso común en esta guerra de spot, por otro lado la oposición responde la ráfaga publicitaria con algún modesto spot que responde en el mismo nivel, pero frente a los otros se desvanece sin marcar presencia.

No deja de ser ofensivo para los ciudadanos escuchar al Presidente que con la modestia de la escasez de seriedad y responsabilidad nos dice que dispuso la suspensión de la mierda mediática que puso al país al borde de la desesperación, que era solo una estrategia haber creado la incertidumbre de los hombres de bien y de nuestras mujeres que en las noches ahogan su desesperación en lágrimas, de una gran mentira llamada campaña de comunicación del desgobierno de Evo Morales, que para que no suframos en la Navidad dispuso que se suspenda.

Se echó barro, estiércol sobre la imagen de dos personas que el solo nombrarlas le da miedo al gobierno y por lo tanto no se debe escatimar la imaginación para destruir a Branco y Manfred, según una empresa de mediación calcula que para la campaña contra el presidente del comité cívico cruceño se erogó una suma de 560.00 dólares, con los que se alcanzaba a construir un hospital de segundo nivel, o 4 escuelas para más de 300 estudiantes de 5 niveles, en Manfred algo similar y de pronto como por arte de magia Evo suspende la campaña, que es su voluntad no joder la dignidad de la gente por que así se le ocurre.

Los medios de comunicación, en su desesperación de cobrar, le facturan incluso cuando el spot difama al mismo propietario, ellos no le colocan el cartelito de “solicitada” cuando emiten, pero si la oposición le responde los medios le colocan el cartelito, sin olvidar que a estos últimos les exigen todos los requisitos bancarios para emitírselo, para el gobierno o el MAS solo es necesario un mail oficial y santa palabra, ellos pueden decir lo que les permite la imaginación, pero si alguien peregrinamente los ofende… juicio, aparece la señora Nardi Suxo (viceministro de transparencia) inició juicio a una institución por haber pagado un spot que daña la imagen de los angelitos del gobierno, mayor cinismo imposible.

La gente ya está preocupada por lo que pueda pasar después de la navidad cuando se suspenda el comper que decidió unilateralmente el estratega mayor; hoy después de ver al primer mandatario estar en chisme de sirvientas insinuando que puede opinar sobre la vida de una periodista, parece que los medios no recibieron la orden del mariscal de publicidad de hacer un paréntesis en la campaña. Esta es otra de las decepciones que recibe el ciudadano, que el cambio no fue para mejor.