Detrás del decorado de lujo se pudieron ver cientos de edificios en ruinas, personas en la miseria, periodistas arrestados, violencia, y más detenciones de opositores. Todo eso fue lo que no vimos detrás de la mascarada de Eurovisión.
Le Monde habla de todo eso en un artículo.
Le Petit Journal le dedica un espacio muy crítico. (Video).
Creo que Francia y España deberían retirarse de la competencia. La primera, para no seguir haciendo el ridículo y en honor a los DDHH, la segunda para que se respete el idioma español que es más hablado en el mundo que los idiomas de todos esos países juntos, y para no sirva como decorado, tal como sirvió en la infumable canción de los Mandinga.