
Nada de eso es posible. Quien aguarde un cambio en Cristina estará esperando un imposible. Nada, ni nadie, la hará cambiar. Sólo podrán darse simples maquillajes. Los hechos lo confirmaron y lo seguirán haciendo. Cristina Kirchner no solo no reconoció la derrota; sino que -la relatora máxima de la ficción montada sobre las grandes conquistas del famoso modelo- llegó al extremo de señalar: «No mentimos, no nos disfrazamos. Solamente la fortaleza de la verdad y de la realidad, que por más que hagan lo que hagan no se puede ocultar». Un gobierno, como el que ella encabeza, que vive mintiendo; ignora cuatro millones de votos menos logrados dos años antes; se atribuye no mentir. ¡Vaya despropósito!
Cómo entender semejante dislate. Hay que reconocer que no es fortuito que este despróposito se de. La madre de Máximo y Florencia acumula muestras más que suficientes para tener la certeza de que este…
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