Juan escribio su tercera carta como una nota personal para su discipulo Gayo. El proposito fue acerca de como acercar al joven discipulo hacia Demetrio [en vez de Diotrefes] siendo el primero un verdadero creyente en Dios mediante sus acciones dando mano a mano con la teoria.
Las lecciones en la tercera carta de Juan consiste en aceptar las ensenanzas del Senor sin la hipocresia. Tambien llamo a Gayo en distinguir entre el verdadeo y el fingido amor hacia Cristo mediante lo que dice y haces.
Es una ensenanza que el mundo debe leer y aplicar para llegar hacia el cielo.