
Goethe en la campiña romana (1787). Óleo de Johann Heinrich Wilhelm Tischbein.
Si yerro todo el mundo puede darse cuenta; si miento, no.
En el mundo lo que importa no es conocer a los hombres, sino ser, en el momento adecuado, más listo que los demás. Todas las ferias y todos los que pregonan su mercancía dan prueba de ello.
Cuando el hombre reflexiona sobre su condición física o moral, habitualmente se halla enfermo.
El favor como símbolo de soberanía lo practican los débiles.
La suciedad es esplendorosa si el sol luce.
Los indios de los desiertos hacen voto de no comer pescado.
Somos tan estrechos de miras que siempre pensamos que tenemos la razón; y es así que podemos imaginar un espíritu tan extraordinario que no tan solo yerre, sino que incluso encuentre placer en el error.
Cuando perdemos el interés, perdemos también la memoria.
El mundo es como…
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