UNIVERSO ESPEJO Poemas y algo más
Si hubiera
en realidad un árbol de la vida,
tendría hoy
las raíces bien marchitas,
y desparramadas cual onda expansiva,
sobre las
aceras donde pisan los demonios
y sufren
miedo los ángeles.
Quizá,
sí
contásemos con anteojos de misericordia
podríamos ver un verdecino brote,
entre los
escalones que llevan a la periferia
del
incesante tránsito de las almas,
negociadas,
sobre la inocencia del fracaso.
Y es
que entender que no existe
ni fracaso,
ni prueba, ni pálpito, ni nube,
es dejarnos desnudos
en
las fábricas de manos vacías.
Despierta,
esta
tierra,
de
raíces marchitas,
no
te promete atributos,
no hay
dones regalados
ni penas
merecidas.
Solo
hay ganancia
de quien
marca las cartas
antes
de que empiece partida,
repóquer de ases,
jaque mate
a toda
vuestra satisfactoria indolencia.
La
ausencia de dolor se parece mucho
a un pacto satánico
para
nuestra bien llevada ceguera,
por no
querer ver, no…
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