Oscuridad

mientras pasa la vida,

en este trozo del mundo,

rodeada de zirconio,

plata y estramonio,

dentro de una galera,

desnortada,

entre los pasajes

de un claustroimponente,

por tu parte, perforándome el alma,

con la estrategia de tus mentiras

que me rompen por dentro.

Milésimas de veces

encuentro,

en este trotamundos

de un cielo, tan oscuro,

como tú,

ese aura que pintas de negro,

en tus mejores ocasiones.

Y los pelos se me levantan

cada vez que te veo,

en esa rendija pequeña,

con esta oscuridad que te rodea

y, que se me planta delnte,

cada vez que vienes a buscarme.

No me rodeo contigo,

tu penumbra me da miedo

y, tus ojos, se me clavan,

la congoja que yo tengo…

la causa de mis lamentos…
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