Te descuidas, te olvidas.
Poco a poco se va consumiendo la luz
y demasiado tarde te das cuenta de ello,
cuando por completo ya se extinguió.
Claro que sí,
desde luego que puedes intentar recuperar,
pretender que la llama vuelva otra vez a arder,
aunque no puedes descartar la posibilidad
de que ya todo se encuentre irremediablemente dañado.
Por ello, y con conocimiento de causa,
yo sinceramente te recomiendo:
la recuperes o no,
nunca jamás vuelvas a olvidar
que uno no debe descuidar
aquello que de verdad desea conservar.
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-Ana María Otero-