Lo cierto es que ya no sé
qué es cierto;
ni siquiera siento lo que debería sentir
y fueron miles las razones
para expulsarte de estas paredes
que escupen silencio e interrogaciones.
Lo cierto es que tuve fe
y quise ser uno de esos imposibles
que hacen historia.
Pero los sueños se cansan
cuando saben que están condenados
a ser solo eso: sueños.
Así que, lo hice,
fui matando viejos sueños
para dejar espacio:
Fui infierno, silencio y vacío.
Fui nada.
Fui mil tareas
para completar mis manos.
Y ahora, después de haber sido
tanto y tan poco,
sé que la gran meta de mi vida
nunca la conseguiré del todo
y me gusta que así sea.
Alicia Adam
Gracias por compartir mi poema.🙂
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Para mi un placer y honor. Eres uno de mis poetisas preferidas
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