Sentir tu fuerza, saber que otra vez estás de vuelta.
No, claro que lo sé, la guerra no acabó y al campo de batalla volverás para luchar a muerte una y otra vez contra ese enemigo que no se rinde, el que sin motivo te eligió como alguien al que dañar, al que robar las ganas de vivir, la ilusión por existir.
Pero no, tú nunca vas a permitirlo renaciendo una y otra vez de ti mismo porque sabes que no estás solo, que existen más de mil motivos para vivir, para sonreír, para a pesar del dolor poder ser verdaderamente feliz.
-Ana María Otero-