Gracias mabm

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Él era sombrío. La oscuridad era su segunda piel, que se le adhería como mala hierba se enraíza y se aferra con fiereza a la tierra hasta que, como un parásito, la malogra.
Ella, en cambio, era luz; era su faro, decía él. Y como un faro empezó a parpadear, a regalarle su luz a ratitos intermitentes, como una bombillita que está a punto de extinguirse… Hasta que un día se apagó.
El comenzó a desvanecerse mientras se lamentaba de lo ciego que había estado sumido en las sombras y se dio cuenta de lo mucho que la necesitaba amaba y que no podía ser sin ella.
Porque de todos es bien sabido que las sombras no pueden existir sin luz.
Enero 2023
Muchísimas gracias por compartirlo. Ha sido un buen regalo de Reyes 😘😘
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Para mi siempre un placer y honor compartir su blog.
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